martes, 30 de octubre de 2012

Los secretos de China

La Gran Muralla

En cada viaje hay algo que te engancha, que te atrapa y que recuerdas el resto de tus días como el monumento más bonito de uno u de otro país (lo que más te sorprendió, lo que más te gustó...), hasta que llegas a Pekín. Aquí todo es tan majestuoso, tan diferente, tan cuidado, tan colorista, que te cuesta elegir un solo edificio, palacio o jardín para retener en tu memoria. Sabía que la Gran Muralla me gustaría, pero no solo eso, me pareció gigantesca, grandiosa, espeluznante, una auténtica maravilla conservada a través de tantos años.

El tiempo, afortunadamente, no fue muy caluroso y pudimos subir y bajar los interminables escalones sin mucho esfuerzo, aunque las fotos, debido a la poca luz, tampoco fueran tan perfectas. En realidad no hay una sola muralla construida en línea más o menos recta, si no sucesivas construcciones de la muralla, algunas de ellas casi en paralelo a otros tramos que fueron edificando los sucesivos emperadores para custodiar las distintas ciudades y pasos fronterizos. Si se suman todos esos tramos, podemos hablar de una longitud total de 8000 kms.








La plaza de Tian’anmen

Ocupa una superficie de 40 hectáreas y es la mayor plaza pública del mundo. Es enorme, quizá demasiado grande para poder apreciarla del todo. Fue construida para albergar actos políticos y está dirigida hacia la entrada de la Ciudad Prohibida, rodeada por un par de edificios del gobierno. Lo más divertido era observar las hordas de gente, en su mayoría chinos, que se paseaban por ella y las colas que se íban formando para entrar en ella y luego acceder a la Ciudad Prohibida. 

 

 

La Ciudad Prohibida

Está situada en pleno centro de Beijing, junto a la plaza de Tian’anmen, y se llama también el Palacio Imperial, ya que fue el palacio de los emperadores chinos, desde la dinastia Ming hasta la dinastia Qing.














miércoles, 24 de octubre de 2012

La exótica eres tú

Primer día de visita a la ciudad de Beijing (Pekín). Piensas que llevas un calzado adecuado para pasear pero, sobre todo, para no caerte si tropiezas, ya que esto sería catastrófico al tener las manos llenas de mil cosas: mapas (en inglés y en chino), guías de la ciudad, tarjeta del hotel con el nombre marcado en chino, y todos los nombres de los lugares que piensas visitar en el día de hoy, escritos por la amable (al menos hay una!!!!) empleada de la recepción del hotel, en su complicadísimo idioma. Pones un pie en la calle y sientes que mil ojos rasgados se posan sobre tí. La sensación, lejos de ir desapareciendo, se hace más intensa a medida que te adentras en zonas más transitadas de la ciudad. Llega un momento en que la gente empieza a pedirte fotos, al principio tímidamente y luego directamente te piden que poses con ellos. Te sientes como una “star”, hasta que te tropiezas con otra turista occidental que te advierte que allí las exóticas sois vosotras y que más te vale armarte de paciencia porque ese ritual del posado acabará por parecerte una pesadilla, de puro repetido.










martes, 16 de octubre de 2012

Aterrizando

Aterrizas en Oriente, después de doce horas de vuelo, con una sensación extraña de permanecer aún dormida. Como en un sueño, se van sucediendo las caras de ángulos desconocidos de gesto serio y de mirada escudriñadora. Te sientes observada por ellos con una mezcla de perplejidad y asombro. Te diriges a la salida del aeropuerto envuelta en un idioma que desconoces y que te resulta aún más extraño aderezado por los gritos que los chinos utilizan para comunicarse entre ellos. Eres incapaz de entenderte con el taxista y él no hace tampoco mucho para facilitarte las cosas. Es casi un milagro conseguir llegar al hotel donde tenías hecha tu reserva, pero allí, por fin, parece que se empieza a hablar inglés. Ese idioma que tanto odiabas en el colegio y que tan útil te ha sido en todos los viajes, parece que por fin te será de mucha utilidad en China, aunque pronto te das cuenta que excepto en los hoteles, en el resto de cualquiera de las ciudades que visitas, apenas se entiende o habla. Te viene a la memoria enseguida esa maravillosa película de Sofia Coppola y tú también te sientes “perdida en la traducción”.





miércoles, 10 de octubre de 2012

Asia en estado puro

Hola a todos. 
Me llamo Bárbara y una de mis aficiones favoritas es VIAJAR; así, como os lo escribo, con mayúsculas. Si pudiera, me pasaría la vida moviéndome de un país a otro, conociendo diferentes culturas y gente distinta a nosotros. Cuanto más diferente, más atractivo me resulta el viaje. Ahora os intentaré transmitir lo que ha supuesto el último de mis destinos: CHINA, y la grandeza de su superficie, su cultura, sus costumbres y su vida diaria. Todo ello, visto con los ojos "poco-rasgados" de una occidental.